La motivación, en su sentido más amplio, se refiere a los estados internos que activan y energizan a un individuo, impulsándolo a tomar acción y dirigir su comportamiento hacia metas específicas. Es un concepto fundamental en el estudio de las organizaciones, ya que las personas constituyen la unidad básica en este contexto. Comprender la motivación y cómo afecta las acciones y reacciones dentro de un entorno organizacional es de vital importancia.
Una persona experimenta motivación cuando piensa, siente y actúa con el propósito de alcanzar algo. La motivación no es simplemente un estímulo externo, sino que engloba respuestas internas que preceden a la aparición del estímulo. Es diferente al incentivo, que proviene del exterior, mientras que la motivación surge internamente. Un motivo puede ser desencadenado tanto por un estímulo externo proveniente del entorno como por procesos cognitivos internos, como pensamientos, creencias y anticipaciones. Por lo tanto, los actos de una persona pueden ser guiados tanto por estímulos externos como por su propio pensamiento y cognición.
La motivación está asociada con la idea de fuerza activa y propulsora, y se expresa como deseos que surgen de las necesidades. Las motivaciones varían entre las personas, ya que las necesidades difieren de un individuo a otro, lo que resulta en diferentes patrones de comportamiento. Además, los valores sociales, las capacidades individuales para lograr objetivos y las necesidades mismas varían en una misma persona a lo largo del tiempo.
Una teoría ampliamente conocida sobre las necesidades y la motivación es la jerarquía de necesidades de Abraham Maslow. Esta teoría sostiene que la motivación humana es cíclica y se orienta hacia diferentes necesidades, ya sean fisiológicas, sociales o psicológicas. Las necesidades se organizan en un orden jerárquico en el que las necesidades superiores surgen solo cuando las necesidades básicas están suficientemente satisfechas. Esta jerarquía dinámica de necesidades tiene importantes implicaciones para la motivación en el trabajo. A medida que las necesidades de nivel inferior se satisfacen, pierden motivación para influir en el comportamiento de una persona. Por lo tanto, las personas son motivadas principalmente por las necesidades insatisfechas del siguiente nivel. Para los gerentes y líderes, comprender qué necesidades están relativamente insatisfechas en un individuo puede ser clave para motivarlo.
Además de las necesidades, existen factores clave que influyen en la motivación en el trabajo según la teoría de los factores de Frederick Herzberg. Estos factores se dividen en dos categorías: factores extrínsecos o de mantenimiento, y factores motivacionales. Los factores extrínsecos incluyen políticas administrativas, calidad de supervisión, relaciones con compañeros y subordinados, remuneración, seguridad laboral, condiciones de trabajo y posición social. Estos factores no son necesariamente motivadores, pero su ausencia puede generar insatisfacción y sentimientos negativos. Por otro lado, los factores motivacionales incluyen logro, reconocimiento, progreso, el trabajo en sí mismo, posibilidades de desarrollo y responsabilidad. Estos factores operan principalmente para aumentar la motivación y la satisfacción laboral, pero su ausencia no genera necesariamente insatisfacción.
La teoría de las expectativas de Victor Vroom es otra teoría importante sobre la motivación. Esta teoría se basa en la idea de que las personas toman decisiones racionales al evaluar las diferentes opciones de acción y eligen la acción que consideran más probable de llevar al resultado deseado. Esta evaluación se basa en tres factores: la expectativa de que el esfuerzo dará lugar al desempeño deseado, la expectativa de que el desempeño llevará a las recompensas deseadas y el valor que la persona asigna a esas recompensas.
Para fomentar la motivación en el entorno laboral, es importante tener en cuenta algunos consejos y sugerencias:
Conozca a su equipo: Entender las necesidades y deseos individuales de los miembros de su equipo puede ayudar a encontrar formas de motivarlos de manera más efectiva.
Establezca metas claras y realistas: Establecer metas específicas y alcanzables proporciona un sentido de dirección y logro, lo que puede aumentar la motivación.
Proporcione retroalimentación y reconocimiento: Reconocer y recompensar los logros y esfuerzos de los miembros del equipo puede aumentar su motivación y satisfacción laboral.
Fomente un ambiente de trabajo positivo: Un ambiente laboral positivo, donde se promueva el respeto, la colaboración y el apoyo mutuo, puede fomentar la motivación y el compromiso de los empleados.
Brinde oportunidades de desarrollo y crecimiento: Proporcionar oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional puede ayudar a mantener a los empleados motivados y comprometidos a largo plazo.
Permita cierto grado de autonomía: Dar a los empleados cierta libertad y autonomía en la toma de decisiones puede aumentar su motivación y sentido de responsabilidad.
Fomente la comunicación abierta: Establecer canales de comunicación abiertos y fomentar la retroalimentación constructiva puede ayudar a mantener a los empleados motivados y comprometidos.
Para resumir y terminar, la motivación es un factor esencial en el comportamiento humano y desempeña un papel clave en el entorno laboral. Comprender las teorías y conceptos de motivación puede ayudar a los líderes y gerentes a crear un ambiente de trabajo motivador y satisfactorio.
Al conocer las necesidades y deseos individuales, establecer metas claras, brindar retroalimentación y reconocimiento, fomentar un ambiente positivo y ofrecer oportunidades de desarrollo, se puede aumentar la motivación y el compromiso de los empleados.
La motivación no es un concepto estático, sino un proceso dinámico que requiere atención y esfuerzo continuos para mantener a las personas comprometidas y satisfechas en el trabajo.
Miguel Siufi
Director/Coach/Consultor